Semblanza Bert Hellinger
«Si en mi red familiar se excluyó u olvidó a alguien, empieza en nuestra familia una búsqueda. Percibimos que nos falta algo, pero a menudo no sabemos dónde buscar. Una búsqueda de este tipo lleva, a veces, a la adicción, a veces también a la búsqueda de Dios. Sentimos un vacío en nosotros, un vacío que queremos llenar».
Dr. Bert Hellinger
Nacido en Alemania en 1925, estudió filosofía, teología, y pedagogía. Posteriormente, se hizo psicoanalista y profundizó también en la Dinámica de Grupos, Terapia Primaria, Análisis Transaccional, y diversos métodos hipnoterapéuticos. Tras 16 años trabajando en Sudáfrica como misionero católico, se hizo psicoanalista y, a través de la Dinámica de Grupo, la Terapia Primaria, el Análisis Transaccional y diversos métodos de Hipnoterapia, llegó a desarrollar su propia terapia sistémica y familiar. Durante los años 80, logró conocer las leyes según las cuales se desarrollan identificaciones e implicaciones trágicas entre los miembros de una familia. Partiendo de esta base, pudo crear procedimientos novedosos para la solución de tales dinámicas. Enfocando directamente en la solución, su trabajo constituye uno de los instrumentos terapéuticos más eficaces para reorientar y sanar las relaciones en el seno de la familia.
Hoy en día, sus métodos revisten una importancia cada vez mayor, tanto en el ámbito germano parlante, donde sus libros y vídeos se han convertido en auténticos best sellers, como también en el resto de Europa, Estados Unidos, Latinoamérica y en Asia, donde ya fue invitado repetidas veces a presentar su enfoque terapéutico.
Considera a sus padres y a su niñez en casa la primera, mayor y principal influencia de todo su trabajo. Su particular manera de fe le proporcionó a toda su familia una inmunidad en contra de las creencias distorsionadas del Socialismo Nacional. Debido a sus repetidas ausencias a las reuniones de la organización de Hitler para la Juventud y su participación en una organización ilegal católica para la Juventud, fue eventualmente clasificado por la Gestapo como «Sospechoso por ser un enemigo de la gente». Su escape de la Gestapo de manera paradójica, fue posible cuando fue emboscado. Con tan solo 17 años, se volvió soldado, experimentó la realidad del combate, la captura, la derrota, y vivió como un prisionero de guerra en un campo de Bélgica con los aliados.
La segunda mayor influencia es su niñez en la cual ciertamente deseaba ser sacerdote. A los 20 años, inmediatamente después de ser prisionero de guerra, entró en una orden católica religiosa y empezó un nuevo y largo proceso de purificación silenciosa del cuerpo, mente y espíritu; estudiando, contemplando y meditando.
Sus 16 años en Sur África como misionero del Zulú también labraron profundamente su trabajo. Allí dirigía una escuela grande, enseñaba y era el sacerdote de una parroquia simultáneamente. Dice con satisfacción que el 13% de todos los negros africanos asistían a la universidad en Sur África, y que en ese tiempo eran estudiantes de esta escuela misionera. Aprendió el lenguaje Zulú lo suficiente como para enseñar y ministrar, también cuenta con divertidas anécdotas acerca de la corteza dignidad de los Zulú como cuando inadvertidamente dijo algo grosero sin saber lo que decía. Con el tiempo empezó a sentirse como en casa con ellos hasta donde es posible para un Europeo. El proceso de dejar una cultura para vivir en otra, labro sus conocimientos en la relatividad de muchos valores culturales.
Su peculiar capacidad de percibir sistemas de relaciones interpersonales y su interés en la concordancia humana en contraste a la diversidad cultural se hizo notar en esos años; vio que muchos de los rituales Zulú y sus costumbres tenían un estructura y una función similar a los elementos de la masa, señalando las experiencias comunes humanas, experimentó la integración de la música Zulú y el ritual dentro de la masa. Su compromiso con la buena variedad cultural y humana es mucho más profundo, con lo cual afirma que hay diferentes maneras de hacer las cosas. El sagrado es omnipresente.
La siguiente mayor influencia fue su participación en un entrenamiento inter-racial ecuménico en grupo dirigido por Clérigos Anglicanos. Ellos trajeron de América una nueva forma de trabajar en grupos que valoró el dialogo, la fenomenología y experiencias individuales humanas.
El experimentó por primera vez una nueva dimensión de como cuidar de las almas. Cuenta como uno de los entrenadores le preguntó al grupo, «¿Que es más importante para ti, tus ideales o la gente? ¿Cual sacrificarías?» Le siguió una noche sin dormir, debido a la profundidad de la pregunta. Hellinger dice, «Le estoy muy agradecido a ese Ministro por haberme hecho esta pregunta. En un sentido, la pregunta cambió mi vida. Pues esa orientación fundamental hacia la gente ha formado todo mi trabajo desde entonces. Una excelente pregunta digna de todo.»
Su decisión de dejar la orden religiosa después de 25 años fue amigable. Describe como gradualmente se dio cuenta de que ser un sacerdote no era la expresión mas apropiada para su crecimiento interno. Con una característica impecable y como consecuencia del tomar la decisión de renunciar a la vida que bien conocía desde hace mucho tiempo, volvió a Alemania y empezó un entrenamiento psicoanalítico en Viena. Conoció a su futura esposa Herta, y se casaron después. No tuvieron hijos juntos.
El psicoanálisis fue su siguiente mayor influencia . Así como lo hizo con todo, se metió de lleno en su entrenamiento psicoanalítico, leyendo el trabajo completo de Freud y muchas de las literaturas relevantes. Pero con un igual amor por la pregunta, cuando su entrenador analista le dio una copia de Janov’s Primal Scream, y su entrenamiento estuvo completo. Un libro no era suficiente. Quería saber más de éste, pues no le vasto solo leerlo sino que también quería llegar más allá. Visito a Janov en los Estados Unidos, y luego terminó un completo entrenamiento de 9 meses con él y su jefe de formación en Los Angeles, California, así como en Denver, Colorado.
La comunidad psicoanalítica en Viena estuvo menos entusiasmada con respecto a esta manera de incluir una experiencia basada en el cuerpo con fines terapéuticos que él había aprendido, y de nuevo se cuestiono ¿Que era más importante, lealtad a un grupo o el amor, la verdad y la pregunta? Amor a preguntar con libertad ganaron, y una separación del psicoanálisis se hizo inevitable. No obstante, se calificó mas tarde para entrar en un instituto diferente. Su habilidad en la psicoterapia basada en el cuerpo, le recordó de una o de otra manera que debía permanecer como un elemento esencial en su largo trabajo después de su asociación con Janov empezaran a dar frutos.
Muchas otras escuelas terapéuticas tuvieron mayor influencia en su trabajo. Se pueden adjuntar la orientación fenomenológica de los grupos dinámicos de los Anglicanos, la necesidad fundamental de los seres humanos de aliñarse asi mismos con las fuerzas de la naturaleza que aprendió de los Anglicanos y de los Zulú en Sur África; el psicoanálisis que aprendió en Viena, y el trabajo del cuerpo que aprendió en América.
Desarrolló un interés en la terapia de Gestalt a través de Ruth Cohen y Hilaron Perzold, los cuales mas tarde combinó. Conoció a Fanita English durante este periodo, y a través de ella y con el trabajo de Eric Berne (auch im Englischen fehlt das e am Ende), se introdujo en el Análisis Transaccional. Junto con su esposa Herta, integró lo que el ya había aprendido de los grupos dinámicos y el psicoanálisis con la Terapia de Gestalt, Terapia Principal y Análisis Transaccional. Su trabajo con el análisis de scripts lo guió a descubrir que algunos de los scripts funcionan y pasan de generación en generación y se manifiestan en sistemas de relación familiar. Las dinámicas de identificación también se hicieron mas notables durante este periodo. El libro de Ivan Boszormenyi-Nagy – Invisible Bonds (Lealtades Invisibles), su reconocimiento de las lealtades ocultas y su necesidad por mantener un balance dando y tomando en familias también fueron importantes.
Se capacitó en Terapia Familiar con Ruth McClendon y Leslie Kadis. Ahí fue donde por primera vez que encontró las constelaciones familiares. «Yo estaba muy impresionado por su trabajo, pero no podía entenderlo. Sin embargo, decidí que yo quería trabajar sistémicamente». Después empecé a pensar en el trabajo que había estado haciendo y me dije, también es bueno. No voy a renunciar a eso antes de que realmente haya entendido la Terapia Sistemática Familiar. Así que seguí haciendo lo que había hecho. Un año después pensé de nuevo en eso, y me sorprendí de descubrir que estaba trabajando ya de una manera sistemática.»
El leer el artículo de Jay Haley acerca de «El triangulo perverso» le permitió descubrir la importancia de la jerarquía en las familias. El trabajo adicional en Terapia Familiar con Thea Schönfelder seguido de por el entrenamiento con Milton Erickson en Hipnoterapia y Programación Neurolinguística (NPL) fueron de gran influencia junto con Frank Farelly y su Terapia Provocativa. Así como también La Terapia de Contención desarrollada por Jirina Prekop. El elemento más importante que tomó de la NPL fue el énfasis en el trabajando con recursos en vez de con problemas. El uso de historias en sus terapias se debe a Milton Erickson. La primera historia que contó en una terapia fue “Las dos medidas de la Felicidad”.
Esas Terapias Familiares con el alto nivel de psicoterapia hacen que las contribuciones de Hellinger sean únicas en la integración de diversos elementos.
El no ha hecho ningún reclamo de que haya hecho algo nuevo, pero no hay duda en que él a hecho un nuevo aporte a la integración. Tiene una capacidad natural de lanzarse a situaciones totalmente nuevas, y de sumergirse en ellas, además de eso aprendió que cuando algo ya lo tiene dominado, tiene que incursionar en otras cosas. Ciertamente, sus experiencias tempranas le enseñaron imborrable importancia y su habilidad de escuchar la autoridad de su propia alma, pero no es resistente a toda prueba. Esa es la única protección en contra de la seducción de falsas autoridades. Su insistencia en ver lo que realmente es, es lo opuesto a aceptar ciegamente lo que se nos ha dicho, combinado con la constante lealtad y confianza en su propia alma; todo esto es el fundamento en lo cual se ha construido este gran trabajo.
En conclusión, él es el último empirista.
A través de todo esto, su compañero filosófico ha sido Martin Heidegger, ni él mismo se extrañaría si hubiese un peligro por parte de una falsa Autoridad. En la búsqueda profunda de Heidegger por las verdaderas palabras que resuenan en el alma, deben hacer que la concordancia con esos clientes de las sentencias hablen en las constelaciones que anuncian el cambio para algo mejor, señalando el flujo renovado del amor.
Una última influencia o quizás el mejor compañero debió ser llamado: El padrón principal de Hellinger, el amor por la música alemana, si así es, la opera. Y un si de nuevo, especialmente a Wagner.